La participación de los jóvenes en la cumbre del clima
Si quieres conocer una opinión de primera mano tras la COY16 en Glasgow, y qué se hace en esta conferencia, sigue leyendo.
El origen del término se remonta a 1980. Y es que una década antes, en los 70, fue cuando se empezó a hablar seriamente sobre los límites medioambientales a los que tenía que enfrentarse nuestro sistema económico. Así, se publicaron informes como el de ‘Los Límites del Crecimiento’
Estos límites ambientales son los que trata de incorporar y tener en cuenta la Economía Circular, que propone un modelo económico en el que la eficiencia ecológica sea la mayor posible.
En este modelo, los materiales y productos no se convierten en basura una vez que ‘cumplen su función’, sino que se reincorporan de nuevo al proceso de producción. Es decir, no se genera residuo como tal, sino materia prima, lo que hace que ‘se cierre el círculo’.
La Economía Circular, por tanto, imita los ritmos de la naturaleza y tiene en cuenta aspectos sociales, medioambientales y económicos. Es un término estrechamente relacionado con la sostenibilidad, la regla de las 6R y la reducción de huella de carbono.
Una muy buena manera de entender a fondo qué es la Economía Circular es confrontarla con la Economía Lineal, también denominada tradicional o convencional.
La Economía Lineal es la predominante aún hoy en día (si bien cada vez vemos más cambios ¡y por eso estamos aquí!) y se caracteriza por el proceso conocido como ‘take-make-dispose’ que nos lleva a una masiva producción de residuos y un despilfarro de consumo energético.
En la siguiente infografía os dejamos una visual comparación de estos dos tipos de modelos económicos.
Aunque para muchas personas y empresas como nosotras la importancia de una transición hacia modelos económicos circulares es obvia, aún existe mucha desinformación con respecto a estos temas.
Pero cuando nos ponemos a investigar, nos damos cuenta de que los datos son abrumadores. Según Global Footprint Network, hoy en día producimos y consumimos como si tuviésemos 1,6 planetas Tierra. Esto, a corto, medio y largo plazo, es completamente insostenible.
Abrazar la Economía Circular significa reconocer que nuestro sistema económico debe de adaptarse a las reglas de la biosfera, y no al revés. Este tipo de economía es una pieza fundamental dentro de la Agenda 2030 y el Desarrollo Sostenible.
Un concepto que es clave es el de ‘Rediseñar’, que forma parte de las 6R que dan forma a nuestros talleres de formación medioambiental.
Y es que tenemos que empezar a cerrar el círculo de manera real. La Economía Circular no debe ser algo abstracto. Rediseñar significa empezar a crear productos que no estén pensados con el tradicional enfoque del ciclo de vida, sino que puedan mutar y convertirse en otros materiales.
Otro aspecto positivo de la Economía Circular es que no solo hace propuestas para frenar el agotamiento de recursos, sino que también ofrece soluciones para otros muchos problemas medioambientales. Por ejemplo, contra la emisión de gases invernadero que se produce durante la extracción de recursos.
Una vez tenemos claro el concepto, podemos ir al meollo del asunto. Para entender bien la estrategia anunciada por el Ministerio de Transición Ecológica, primero tenemos que hablar del Plan de Acción de Economía Circular impulsado por la Comisión Europea.
Este Plan está a su vez incluido en el Pacto Verde Europeo, y su primera versión se implantó en 2015. Entonces estaba compuesto por más de 10.000 millones de euros de inversión y 54 medidas que tocaban muchos y muy distintos ámbitos.
Sobre este documento de base, en marzo de 2020, la Comisión anunció la publicación de un Nuevo Plan de Acción de Economía Circular. ¿Sabemos en qué consiste este nuevo plan?
Al lanzar una nueva estrategia (o un perfeccionamiento de la anterior) la UE ha lanzado la señal de que necesitamos ponernos más serios. Y es que, según datos de la Unión, solo el 12% de la economía europea funciona de manera circular hoy en día.
Por eso, este Nuevo Plan incorpora una serie de cambios bastante ambiciosos a nivel legislativo. Algunos de ellos son:
• Se va a promover la creación de productos sostenibles, intentando que estos se conviertan en ‘la norma’.
• Se llevarán a cabo acciones para el empoderamiento del consumidor. Entre algunas de las medidas concretas se prevé que en 2021 los ciudadanos se puedan amparar a un ‘derecho a la reparación’.
• Implantación de un modelo armonizado de recogida y etiquetado de residuos. También se pretende hacer frente al traslado ilegal de residuos que tanto preocupa a los países en vías de desarrollo.
Además, se han especificado medidas para cada sector en concreto. Por ejemplo, en el sector agroalimentario se hará especial hincapié en la eliminación de productos de un solo uso. Quizás una buena ocasión para pasarnos a los productos biodegradables.
Todas estas medidas son muy esperanzadoras, no solo porque proponen respuestas para muchos problemas medioambientales, sino porque también supondrán beneficios en contratación y crecimiento del PIB.
Por último, y una vez que tenemos la información contextual adecuada, podemos pasar a analizar la Estrategia de Economía Circular en España.
La Estrategia está compuesta por varias orientaciones centrales, que nos dan una idea de las prioridades y objetivos generales que tiene. Puedes ver estas orientaciones en la siguiente imagen.
Al igual que en el Plan Europeo, también existen recomendaciones para cada uno de los sectores y áreas económicas.
Una de las medidas específicas que más nos ha gustado de esta Estrategia Española es la aplicación de criterios de jerarquización de residuos, con especial atención a aquellos que son más difíciles de reciclar.
También nos parece una gran idea el hecho de que se vayan a unificar indicadores entre España y la Unión Europea. Además, estos indicadores no solo tienen por objetivo medir el impacto de las políticas públicas, sino que también van a cuantificar la adopción de ‘principios de circularidad’ en el sector industrial.
En la siguiente imagen también se pueden ver algunas de las expectativas en términos de Economía Circular que se espera cumplir en los próximos años, tanto a nivel nacional como comunitario.
Esto último va a significar que muchas empresas deberán adoptar cambios radicales en sus modelos productivos, lo que nos dice que contar con servicios de consultoría medioambiental va a ser a partir de ahora más necesario que nunca.
Y vosotros, ¿qué pensáis? ¿Os parecen suficiente las medidas y objetivos de la Estrategia Española de Economía Circular? ¿Creéis que 10 años son suficientes para alcanzar las metas propuestas?
Si tienes alguna duda en concreto o no sabes cómo puedes ir preparando a tu empresa, no dudes en contactarnos. Resolveremos con gusto todas tus preguntas.
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