3 Principales Causas del cambio climático

El cambio climático es uno de los problemas más graves de nuestra era. Aunque casi todo el mundo es consciente de que el principal desencadenante del mismo es el aumento de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI), aún sigue existiendo mucho desconocimiento sobre los agentes responsables de esas emisiones.

Como ya vimos en el artículo sobre la huella de carbono, existen muchos tipos de Gases de Efecto Invernadero. Además del dióxido de carbono (CO₂₎, también están el metano o el óxido de nitrógeno. España, por ejemplo, es de los mayores emisores de este último en la Unión Europea. Otro problema asociado al cambio climático es la contaminación por partículas de suspensión.

Todos estos fenómenos no afectan solo a la calidad del medio ambiente, sino que también provocan problemas de tracto respiratorio e incidencia pulmonar.

¿De dónde vienen las emisiones de GEI? ¿Qué sectores económicos son los más contaminantes? Aunque el panorama es complejo, en este artículo vamos a tratar de abordarlo, como siempre, con el mayor rigor posible.

El uso desmedido de energía

Se estima que el 80% de las emisiones de GEI vienen del uso de energía, especialmente de los combustibles fósiles, que son el pilar principal de las sociedades basadas en el crecimiento económico.

El derroche de energía es, sin lugar a dudas, una de las principales causas del cambio climático. Además, el efecto arrastre o en cascada que tiene este sector sobre el resto de los sectores de la economía es enorme. Esto significa que, además de las emisiones directas, la energía es responsable de muchas emisiones indirectas.

Calcular las emisiones indirectas es esencial para atribuir responsabilidades. Para hacerlo, tenemos que hacer un seguimiento de las emisiones a lo largo de toda la cadena productiva.

Como veremos a lo largo del artículo, los sectores más contaminantes suelen ser aquellos con mayor intensidad energética. También suelen ser los más vulnerables y los que más medidas de adaptación requieren.

En esta línea, tiene sentido identificar a la industria en general como uno de los agentes más contaminantes. Con todo lo que ello supone, ya que dentro de la industria encontramos actividades muy variopintas, muchas de ellas esenciales para nuestras necesidades actuales.

Los hogares también son grandes consumidores de energía y, por tanto, emisores de CO₂. Si además consideramos el potencial incremento de la temperatura asociado al cambio climático, que podría llevarnos a necesitar más energía para aire acondicionado en muchas partes del planeta, el consumo de energía podría ser mayor.

Por suerte, también es posible que necesitemos menos energía para calefacción en las zonas más frías. El efecto neto está aún por ver. A la contaminación derivada del uso de la energía hay que sumarle el hecho de que los combustibles fósiles ya amenazan con agotarse. La Agencia Internacional de la Energía, que no es sospechosa de comportarse como ningún lobby ecologista, ya reconoce este hecho.

Según las estimaciones, el petróleo ya ha alcanzado su pico (peak oil) y otros combustibles como el carbón están a punto de hacerlo.

Transporte contaminante

El transporte es otro de los sectores económicos más contaminantes, y uno de los principales responsables del cambio climático. Para explicarlo, tiene especial importancia el ‘efecto arrastre’ del que veníamos hablando, ya que la gran parte de la contaminación tiene que ver con el consumo de energía que realiza.

En todo el mundo, las emisiones asociadas al transporte no han dejado de crecer desde el siglo pasado. Sin un verdadero cambio de modelo, esta tendencia seguirá manteniéndose.

Según los cálculos, el transporte es responsable del 40% de la energía final que consumimos, sin haber sido medidas las emisiones indirectas a través de un análisis del ciclo de vida completo.

Es cierto que existen muchos medios de transporte y no podemos tratar a todos por igual. No es lo mismo un avión, que funciona a base de quemar queroseno, que un tren, que por lo general suele funcionar con electricidad.

El grueso de las emisiones en España está asociado al transporte por carretera, considerando el transporte tanto de pasajeros como de mercancías.

Aunque cada vez se ponen más esfuerzos en promover la electrificación de los vehículos por carretera, no está del todo claro que esto vaya a ser suficiente y generalizable. Además, es importante garantizar que esa electricidad venga de fuentes de energía limpias, como las renovables.

También es importante promover prácticas individuales más responsables, como el uso del transporte público o la bicicleta.

En España contamos con una de las redes de carreteras más largas del mundo, lo cual, aunque ha sido un símbolo del que estar orgullosos durante mucho tiempo, puede estar jugándonos ahora una mala pasada.

Otro problema relacionado con el transporte en España es la falta de sostenibilidad económica. Muchas ciudades cuentan con aeropuertos completamente deficitarios.

Cada vez más municipios europeos abogan por convertirse en ‘ciudades de 15 minutos’, donde se pueda ir andando o en bicicleta a cualquier lugar en tan solo un cuarto de hora. Otras muchas ciudades, como Valladolid, están centrando sus esfuerzos en mejorar el carril bici y en regular la contaminación en el centro de la ciudad a través de restricciones a los vehículos privados.

Un sistema alimentario insostenible

La tercera causa del cambio climático que vamos a ver está relacionada con la alimentación.

La agricultura y la ganadería son otros dos sectores clave a la hora de buscar responsables del cambio climático. La liberación de óxido nitroso a través de los fertilizantes y de metano en la cría de vacuno son elementos claves para explicar las emisiones asociadas a estos áreas.

Uno de las causas más importantes es el consumo de carne, que en los países ricos es completamente insostenible. Según datos de Greenpeace, un ser humano emite anualmente, de media, más de 1.100 kg de CO2 equivalente a través de su consumo carnívoro.

Además, la industria cárnica es muy poco eficiente en términos ambientales. La cantidad de agua utilizada para cultivar el grano que come una sola vaca serviría para alimentar a muchísimos seres humanos.

Para sintetizar, podríamos decir que nuestras prácticas agrícolas han incrementado notablemente el riesgo de erosión y desertificación de los suelos. Además, la “modernización agraria” ha hecho que nos desvinculemos por completo de un uso responsable de la tierra, y ha generado una gran dependencia de la industria.

¿Hay otras causas del cambio climático?

Es verdad que, a lo largo de la historia del Planeta Tierra, ha habido distintos cambios climáticos. Esto ha llevado a muchas personas a negar la importancia del fenómeno actual y a agarrarse a la idea de las causas naturales del cambio climático.

Sin embargo, cada vez hay más consenso entre los científicos sobre la importancia de las causas humanas del cambio climático.

Y es que, en los modelos explicativos, sin introducir la variable ‘emisiones de CO2’ no podría explicarse el incremento observado de la temperatura. Aunque en el pasado hayan tenido más importancia elementos como la radiación solar, esta vez es evidente que el cambio es consecuencia de nuestras acciones humanas.

De hecho, se suele utilizar el término ‘Antropoceno’ para hablar de una nueva era climática marcada por las acciones del ser humano.

Para explicar la gravedad del asunto no solo hay que hablar de las emisiones, sino también de la pérdida de biodiversidad y destrucción de los ecosistemas, que ha provocado que la Tierra sea incapaz de absorber las emisiones.

Esto es lo que ha ocurrido con la deforestación. Los árboles tienen mucha importancia como reguladores que absorben el CO2. Al reducir la superficie arbórea, los GEI que liberamos van directamente a la atmósfera.

Esperamos que este artículo te haya servido para conocer las principales causas del cambio climático. Si quieres saber más sobre este tema o realizar una formación específica, no dudes en escribirnos.